EMIGRANTES ARGENTINOS II

Consideramos a Emigrantes Argentinos la nota más exitosa en cuanto a interactividad se refiere. A pocas horas de su llegada a la red comenzó una verdadera avalancha de opiniones y excelente data adicional enviada por investigadores y aficionados de muchos países.

Con el transcurso del tiempo, la cantidad y calidad del material acumulado hizo posible la confección de esta nota, complementaria de la primera, que para nosotros tiene un significado muy especial: éste es el primer trabajo realizado gracias al aporte de nuestros visitantes. No hubiéramos podido hacerlo sin su ayuda.

Agradecemos muchísimo a todos los amigos que facilitaron el material y fotografías que contribuyeron a engrandecer esta obra. No olvidamos sus nombres: serán justicieramente recordados en el segmento correspondiente al país del que aportaron datos o fotos.

Esperamos que disfruten esta primera nota interactiva. Es su obra y no la nuestra, limitada a pegar todos los pedacitos de historia que recibimos en los últimos meses.

República Oriental del Uruguay.


Fig. 1: (Foto: Revista Industria Carrocera Argentina).

En la reseña de nuestra primera nota, debido a la gran cantidad de productos exportados a este país, omitimos profundizar sobre la exportación de micros DECA – Deutz carrozados por A. Y L. Decaroli S.A.. Resultado: una gran cantidad de e-mail preguntando por ellos.
Fueron presentados en el Uruguay en 1965, en un gran evento llamado Feria del Atlántico. Según sus propios fabricantes, merecieron por parte de los transportistas uruguayos las más óptimas expresiones de admiración, consolidadas más tarde a través de las pruebas a las que fueron sometidas en las carreteras orientales
(1).

Las primeras tres unidades fueron exportadas a fines de 1968 por vía terrestre, despachadas desde la aduana de Rosario. Fueron destinadas a la empresa C.O.R.A., que atravesaba el Uruguay con un recorrido entre Montevideo y la ciudad de Artigas (fig.1).


Fig. 2: (Foto: Alberto Kaselis).
Conocemos otra exportación de 5 unidades equipadas con la planta motriz 200 RS 12, realizada a comienzos de la década de 1970, que tuvo como destinataria a la desaparecida empresa Tico, que enlazaba Montevideo con Bella Unión, con aproximadamente 600 km. de recorrido.



Pero al Uruguay no solo llegaron los chasis DECA – Deutz carrozados por Decaroli: conocemos una tanda de 4 coches carrozados por San Antonio con una extraña configuración suburbana con puerta trasera, que circularon durante muchos años en la empresa C.O.D.E.T., que une Montevideo con la localidad de Las Piedras, cercana a la capital pero ubicada en el departamento de Canelones (fig. 2).


Fig. 3: (Foto: Alberto Kaselis).

Tras el cese de sus servicios pasaron a circular en empresas menores o, en algunos casos aislados, fueron alquilados a algunas prestatarias de primera línea, como la C.I.T.A. (fig. 3), para ser utilizados como refuerzo.
El paso de los DECA – Deutz en general por las rutas uruguayas puede considerarse exitoso, pero hoy ya forman parte de la frondosa historia del transporte de ese país.

En otro orden de cosas, recibimos la información de que el solitario FIAT 130 AU binacional, carrozado por la firma uruguaya Banda Oriental de acuerdo a un modelo de la argentina Bus, cambió de empresa en el primer trimestre de este año.
Pasó a revistar en la empresa Cáceres, donde fue remotorizada con Mercedes Benz pero mantuvo la librea presentada en la foto de Emigrantes I y solamente se le agregó un escueto cartel con la leyenda Al servicio de la empresa Cáceres.

(1): Relatado por las autoridades de A. Y L. Decaroli en la nota ¡Exportar es Avanzar!, publicada en la revista Industria Carrocera Argentina N° 45, enero – febrero de 1969.

Agradecemos públicamente a nuestros amigos Alberto Kaselis y Milton N. Sörensen, que nos acercaron buena parte de la información que posibilitó el armado de esta nota.

Chile.

En este caso, la cantidad de información recibida es apabullante. Gracias a todos nuestros amigos chilenos y argentinos, el panorama de los vehículos exportados a nuestro vecino trasandino puede aclararse bastante.

Vehículos urbanos.


Fig. 1: Vista de uno de los primeros microbuses El Detalle de tamaño normal que llegaron a Chile. Fue fotografiado en septiembre de 1993, con cerca de dos décadas de uso, en la empresa Buses Cerro Barón, urbana de la ciudad de Valparaíso.

(Foto: Ricardo Adonis Ponce).

Los primeros vehículos argentinos recibidos para el transporte urbano chileno no llegaron carrozados.
A mediados de 1972 comenzó la importación de chasis argentinos para microbuses, del modelo LO 1114 de Mercedes Benz. Nunca llegaron al mercado ejemplares cero kilómetro de su antecesor, el LO 1112 discontinuado el año anterior.
Hasta mediados de 1974 llegaron sólo chasis en grandes cantidades, que se convirtieron en marca y modelo único para la renovación del parque de microbuses.

Los empresarios estuvieron obligados a comprarlos, debido a que no existían importaciones de otras marcas.


Fig. 2: La clásica Pinina, mucho más pequeña que los microbuses comunes, aún es utilizada en muchas poblaciones del interior chileno. Aquí lo vemos en la ciudad de Curicó, al servicio de una empresa vecinal llamada Intercomunal.(Foto: Rosa Miñano).

Al principio los transportistas los miraron con recelo por estar asustados ante lo desconocido. Pero poco tiempo después, comprobada la buena calidad del producto, se revirtió ese sentimiento de miedo que inspiraban los misteriosos 1114 argentinos.

Los primeros microbuses (colectivos) carrozados que arribaron a Chile fueron las Pininas carrozadas por El Detalle (fig. 1), de tamaño normal, sobre el chasis 1114 de 4,80 metros entre ejes. Desde mediados de 1974 llegaron enormes cantidades a Chile, en diferentes tamaños. El despacho de las unidades estaba a cargo de la firma Borben S.A., representante Mercedes Benz de la localidad de Maipú, en la provincia de Mendoza.

Llama la atención que este exitoso modelo se comercializara antes en Chile que en Argentina. Los primeros envíos datan de 1974 y, en muestro país, los primeros salieron a la calle el año siguiente.
Si bien en el aspecto externo los modelos eran muy parecidos en ambos mercados (salvo en el parabrisas: buena parte de los chilenos contaban con vidrios planos al mejor estilo coche patagónico a diferencia de los argentinos, con vidrios curvos), el interior de las Pininas era más económico y espartano.


Fig. 3: Creemos presentar en esta imagen a uno de los Pegaso 5064 A carrozados por El Detalle en 1978. Si bien no tenemos la certeza absoluta de que este coche realmente sea uno de ellos, debido a que no se vislumbra ninguna placa identificatoria, el estilo de sus ventanillas y ciertas formas de la carrocería se adivinan como un producto de El Detalle.
La empresa Vía Sureña cumplía, al menos hasta comienzos de la década de 1990, servicios interurbanos con cabecera en la ciudad de Temuco. No sabemos si aún continúa con las prestaciones.
(Foto: Osvaldo Manoli).

En ciertos detalles se notaba que la intención fue de abaratar costos, como en su revestimiento melamínico, color crema liso. No sobraban ornamentos y en general eran muy sobrios y poco atractivos.

Desde 1975 comenzaron a llegar las Pininas más pequeñas, de sólo tres ventanillas por lateral (fig. 2), destinadas a los servicios de taxibuses. Tuvieron una muy buena acogida entre los empresarios taxibuseros, por las buenas referencias que tenían de los empresarios microbuseros que habían recibido la versión más larga.

El único inconveniente que tuvieron fue su falta de aceleración, necesaria en los servicios de taxibuses por la encarnizada competencia que libraban por los pasajeros, en la cual el vehículo más rápido llevaba las de ganar. Los modelos Ford nafteros de 1971 y los Ford Diesel con motor Caterpillar V 8 de 1979, que tuvieron una aceleración increíble, casi siempre triunfaban en las picadas sobre las más lerdas Pininas.

Junto con ellas, en 1975, llegó una tanda de chasis argentinos Chevrolet C 10 que también estaban destinados a los servicios de taxibuses. Resultaron muy malas, tanto de motor como de mecánica en general. Entre 1975 y 1976 llegaron, además, una buena cantidad de chasis Dodge 500 con motores nafteros de 6 cilindros en línea. También terminaron como taxibuses, pero casi todos fueron enviados al interior del país.


Fig. 4: Vista de uno de los minibuses Metalpar Aconcagua exportados en los últimos años, afectado al servicio urbano de la ciudad de Santiago.
(Foto: Marcelo Mella).

Con esta compra se acabó la importación de taxibuses argentinos durante esa década, pero aún quedaba por arribar una tanda poco conocida de vehículos de industria nacional.

En 1977 se comenzaron a importar chasis españoles Pegaso 5064-A, con motor delantero. Los empresarios chilenos estaban tan contentos con la calidad de las carrocerías El Detalle, que en 1978 enviaron una buena parte de los chasis a la Argentina para que esta firma los vistiera.

Justo antes de ser entregados se produjo un problema limítrofe entre ambos países, que casi tuvo como consecuencia un conflicto armado. Los coches ya estaban carrozados y fueron retenidos por algún tiempo en Argentina, en espera del desarrollo de los hechos.

Una vez superados los momentos de tensión los rehenes fueron liberados y cruzaron la Cordillera.

Fueron utilizados durante muchos años y su styling, con paragolpes cromados y parabrisas enterizo, agradó mucho a los empresarios chilenos (fig. 3).

En años subsiguientes, el transporte chileno se nutriría de vehículos fabricados en Brasil. Los productos argentinos quedaron relegados y solamente, entre 1980 y 1981, se exportaron algunas unidades usadas. La figura 1 de Emigrantes Argentinos I, el coche de la empresa Machalí, es uno de esos casos. Se sabe también de unos viejos Mercedes Benz LO – 1114/48 carrozados por El Indio, provenientes de una empresa urbana de la ciudad de Mendoza llamada El Cacique, que circularon algún tiempo en la ciudad de Valparaíso.

En el transcurso de la década de 1980 habría entrado una tanda de ómnibus Mercedes Benz OF 1214 también carrozada por El Detalle y hacia finales de esa década comenzaron a llegar las diferentes tandas de Bus reseñados en la primera parte de este trabajo.

Corregimos un error sobre los coches El Detalle OA 101 enviados a Chile. Erróneamente los habíamos equipado con motor Cummins... cuando en realidad todos fueron exportados con planta motriz Deutz.

Los motores originales tuvieron múltiples problemas y fueron sustituidos, pero por una nueva serie de motores Deutz. Todo indica que ninguno de los OA 101 exportados llegó con Cummins a Chile.

Además de la línea 214 de Santiago, explotada por la empresa Los Leones, la prestataria de las líneas 246 y 422 entre otras, llamada Kobac, fue una de las principales compradoras de este producto que no tuvo en el país trasandino el éxito esperado.

Las últimas exportaciones argentinas a Chile se han limitado a algunos minibuses Metalpar, del modelo Aconcagua (fig. 4), sobre chasis Mercedes Benz o Volkswagen. Además existe un solitario Metalpar Fénix, construido sobre un Mercedes OH - 1621 L de piso semi bajo, que completa el pobre panorama actual de nuestras exportaciones de unidades urbanas al país hermano.

Este trabajo no podría haberse realizado sin la colaboración de nuestros amigos Daniel Salazar, Marcelo Mella, Antonio Cornejo, Roberto Tomasiello y Antonio Vásquez, que nos enviaron la cuantiosa información que nos hizo posible completar esta reseña.

Vehículos de media y larga distancia.

Puede darse por cierto que los primeros vehículos argentinos exportados destinados a servicios de  media o larga distancia fueron Mercedes Benz O – 140 (desconocemos su carrocería), hacia 1970.

Eran color celeste con techo blanco y la mayoría fue destinada a la Fuerza Aérea Chilena.
Se conoce a un sobreviviente aislado, utilizado como transporte de personal en la ciudad de San Bernardo.

Esta primera tanda de micros fue seguida por una buena cantidad de chasis pelados, que fueron carrozados en Chile.
Además de este importantísimo dato, nos han llegado numerosas precisiones de empresas que han contado con unidades argentinas en sus flotas:

Los Libertadores: Antecedente de la actual empresa O´Higgins – San Martín, precisamente los libertadores de ambos países, utilizó una cantidad no determinada de DECA – Deutz carrozados por Cametal de acuerdo a su modelo Nahuel I, hacia 1977.

En el grabado se puede apreciar a uno de estos vehículos, en el paso de frontera del Cristo Redentor, que une a Chile con la provincia de Mendoza.
(Foto: Daniel Bernardo).

Ruta 57: Sabemos que en un momento determinado basó toda su flota en camellos Deutz, pintados de color naranja y blanco. probablemente carrozados por San Antonio.
A mediados de 1985 fue absorbida por la empresa Buses Ahumada que, a su vez, contaba con dos Deutz de industria argentina. Fueron los internos 7 y 14, decorados predominantemente en azul oscuro, con letras blancas.


Buses J.M.: Esta empresa enlaza las ciudades de Los Andes y Valparaíso, desde principios de la década de 1970.
En su flota tuvo tres DECA – Deutz, uno de ellos con una extraña carrocería Cametal, según testimonios, poco vista, muy cuadrada y pintado de rojo fuego con techo blanco.
Los otros dos estaban decorados en naranja y blanco y, menuda curiosidad para esos rumbos, sus números internos no estaban pintados, sino que eran metálicos y estaban atornillados a la carrocería.

Entre 1976 y 1979 estuvieron destinados a la ruta mencionada más arriba pero más tarde, debido a su comodidad y suavidad, fueron destinados al transporte de trabajadores de la empresa de cobre División Andina. Los Deutz cumplían ampliamente las exigencias solicitadas y comenzaron a realizar un pequeño recorrido de 35 kilómetros, entre Los Andes y la ciudadela minera de Saladillo, enclavada en el medio de la Cordillera de los Andes.
Pese a las duras condiciones, los tres coches cumplieron con su misión en forma excepcional. Los dos Deutz naranja y blando fueron relevados entre 1983 y 1984, cuando Buses J.M. adquirió una partida de Marcopolo III.

Hasta principios de 1986 solía vérselos guardados en los talleres de la empresa, hasta que fueron vendidos a empresas más pequeñas.
Según versiones, uno de estos viejos compañeros estaría aún en servicio, presumiblemente en pequeñas rutas de la Cuarta Región (Ovalle – Punitaqui).
El Cametal fue mucho más longevo: fue vendido a una pequeña empresa de viajes especiales de la ciudad de Santiago en 1989, y aún en 1997 lo conservaban, en excelentes condiciones.


Buses Longi Sur: También tuvo una cantidad no determinada de DECA – Deutz, en esta caso carrozados por D.I.C. hacia 1976.
Cumplieron el servicio Santiago – Talca durante bastante años: esta foto fue tomada en septiembre de 1993, donde lo vemos en pleno sprint en la ruta Panamericana.
(Foto: Ricardo Adonis Ponce).


Buses Andrade: Nos han llegado novedades sobre los DECA – Deutz Cametal Nahuel II presentados en Emigrantes I. Para nuestra sorpresa, aún están en servicio y gozan de buena salud. Su motor está intacto y ni siquiera emite gases contaminantes. Una maravilla.
Hoy tienen un aspecto diferente del que presenta en la foto: fueron repintados con una librea no tan atractiva, que combina los colores rojo, negro y blanco.
Estos coches son sólo dos, que fueron importados por don Fernando Robles para su empresa, Buses Robles, con recorrido entre Santiago y Algarrobo.


Carrocerías Saldivia en el mercado chileno

La primera experiencia exportadora.


Saldivia en Chile: (Fotos: Adrián Saldivia).

Hacia 1995 comenzaron a aparecer en nuestro país una buena cantidad de minibuses Zanello, cuya especificación de chasis desconocemos, construidos por esta por entonces joven carrocera.
Eran bastante agradables a la vista, con planta motriz Cummins y el formato de una unidad grande comprimido en un minibús. Y unos de ellos cruzó la cordillera para tentar suerte en nuestro país hermano.

Llegó hacia 1996 y fue presentado en numerosas exposiciones. Tuvo buena acogida en general pero, finalmente, la exportación no pasó de esta unidad, que fue vendida.

Se sabe que la empresa compradora, cuyo nombre desconocemos, quedó bastante satisfecha por su rendimiento. Pero, al poco tiempo, comenzaron los problemas con los repuestos, clásicos de las unidades Zanello.
Las piezas del chasis eran inconseguibles, por ser todas inventadas por Zanello y, para colmo de males, por aquellos años Cummins no tenía mucha penetración en el mercado chileno y la consecución de repuestos no era para nada fácil.

¿Resultado? Su radiación, tras unos pocos años de servicio.

Pero la historia no termina aquí...

2002: volver a empezar.

Nos resulta más que grata la noticia de que un nuevo vehículo argentino ya pisa suelo chileno.
La devaluación de nuestra moneda respecto del dólar hizo posible que los productos argentinos ganen competitividad frente al tradicional mercado importador de buses a Chile: Brasil.
Saldivia estableció una sociedad con la firma carrocera local Cuatro Ases, encargada de la comercialización. Y, tras largos años de ausencia, una nueva exportación se ha concretado.
Se trata de un micro interurbano construido de acuerdo a su modelo Aries 3.2, sobre un chasis Mercedes Benz OF 1318 de motor delantero, adaptado a todas las normas exigidas por las autoridades chilenas.
Al parecer, el primer coche llegado al otro lado de la cordillera tuvo una buena acogida por parte de los transportistas locales.

Recomendamos visitar la página de este establecimiento carrocero, www.saldivia-buses.com.ar, donde se exhibe una buena cantidad de fotografías del coche recién emigrado.
Seguiremos de cerca la evolución de este nuevo intento de ganar posiciones en mercados prácticamente perdidos, que de corazón deseamos sean recuperados. Y esperamos que brinden, sobre todo, trabajo para nuestra alicaída industria carrocera que aguarda, y seguramente tendrá, un futuro mejor.
No podemos menos que agradecer a nuestros buenos amigos Ricardo Adonis Ponce (¿Ya visitaron Bus Archive Chile, su más que buena página web?), Gabriel Narbona, Raúl Bustos, Adrián Saldivia y Daniel Salazar, por acercarnos la interesante data que permitió ampliar nuestros conocimientos sobre los buses argentinos de larga distancia exportados a nuestro país vecino.


Perú

Por ahora no hay mucha información nueva que brindar, pero aparecieron dos nuevos datos que pueden servir como punto de partida para una investigación más profunda.
Según una nota aparecida en el diario mendocino Los Andes, en 1976, el establecimiento carrocero Colonnese exportó desde Mendoza una cantidad de vehículos no determinada, hacia 1975 ó 1976, montados sobre chasis Mercedes Benz LO – 1114. No nos consta la ciudad a la que fueron destinados.
Por otro lado, un testimonio afirma que en el año 2000 fue vista una línea urbana de la ciudad de Lima operada con colectivos argentinos Mercedes Benz LO – 1114, aparentemente datados en la década de 1980. Hasta ahora no pudimos establecer mayores precisiones sobre este nuevo dato.

En este caso debemos agradecer a nuestros amigos Roberto Tomassiello y Daniel Salazar. Gracias a ellos, tal vez, podamos comenzar una investigación más profunda sobre modelos argentinos en suelo peruano.

México


Fig. 1: (Foto: Alejandro Scartaccini).

En este caso no es del todo correcto llamar emigrante al único vehículo argentino que pisó tierra mexicana: más bien deberíamos tratarlo de turista, pues volvió a la Argentina luego de un período de prueba.
Se trata del trolebús Cametal – Cramaco, construido a fines de la década de 1980 y presentado en varias exposiciones con gran pompa (fig. 1), que en realidad fue montado sobre el bastidor de un trolebús mendocino Z.I.U. – Uritzky de fabricación soviética destruido por un incendio.

En México lo llamaron Ikarus, por los componentes de la firma húngara Ganz que lo equipaban. Circuló unos meses a prueba y se resolvió comprar 200 para ser utilizados en el Distrito Federal, pero la falta de financiación del consorcio argentino hizo abortar la operación.
Y el solitario prototipo sacó su pasaje de vuelta.


Fig. 2: (Foto: Osvaldo Manoli).

Lo encontramos nuevamente en 1992, adentro de los galpones porteños de las empresas de larga distancia La Estrella y El Cóndor, situados en el barrio de Barracas, en la lamentable condición que muestra la fig. 2. Aún estaba cubierto de grasa, con la que se lo embadurnó para emprender el viaje por vía marítima y hasta podían leerse una buena cantidad grafittis en su interior, escritos durante su estadía en la ciudad de México.
Hasta donde sabemos, éste fue el único viaje que realizó con el fin de ser evaluado. Sólo quedaron los recuerdos de este buen proyecto, hoy tristemente olvidado.

Ahora es el turno de agradecerle a nuestro amigazo Carlos Wallberg, que desde la provincia de Tucumán nos brindó parte de esta poco conocida información.

Perlitas Centroamericanas

Nuestro amigo Walter Paplos nos acercó datos sueltos sobre algunas empresas de varios países centroamericanos que cuentan con vehículos argentinos en sus flotas:


Guatemala: La empresa Eureka Ltda. posee una cantidad no precisada de unidades carrozadas por El Detalle.

El Salvador: Se sabe que una tanda de Mercedes Benz OF 1214 ó 1215 Bus, de 1992, circulan en una empresa llamada Converde.

Honduras: Otra partida de Mercedes OF 1214, pero carrozada por El Detalle hacia 1985, circula en la empresa CITUL Ltda de la localidad de San pedro Sula.

Nicaragua: La Cooperativa Parrales Vallejos cuenta con otra serie de El Detalle de 1985, también sobre Mercedes OF 1214.

Y complementamos esta información con una serie de fotos de Nicaragua, enviadas por nuestro amigo John Veerkamp.

Costa Rica

La carrocera rosarina Cametal exportó a este país, durante los últimos meses de 1993, una tanda de ómnibus carrozados de acuerdo a su modelo Metrobus, sobre chasis Isuzu.
Sabemos que fueron 100, que se desparramaron por varios países. Pero no nos ha llegado el dato de la cantidad exacta que recibió este país.

Estaban equipadas con carrocerías del modelo destinado a servicios de media distancia. Tenían 12 metros de longitud y contaban con 51 asientos.
La construcción de estos productos, que estaban equipados con motores turboalimentados a través de un compresor de alta y baja, se realizó con el asesoramiento y la supervisión de la casa matriz Isuzu, de Japón.

Nuevamente agradecemos a nuestro amigo Roberto Tomassiello, que ha trabajado realmente a destajo para que podamos medianamente completar esta reseña.

Estados Unidos.

Los CX.40 de Cametal y los F50 exportados por Imeca, que reseñamos en Emigrantes Argentinos I, no fueron los únicos vehículos argentinos que pisaron tierra estadounidense.
Al menos dos tandas diferentes de ómnibus construidos por la firma mendocina Ferroni fueron probablemente exportados (o fabricados en Estados Unidos bajo licencia) a principios de la década de 1990.

Se los llamó Géminis S – 30, que según testimonios no cuenta con un styling muy agraciado, y Apollo T – 40, al parecer una versión yanquizada del Mercedes Benz O – 371 monobloco urbano.
Al parecer las cifras que acompañan al nombre indicarían su largo en pies, pero no tenemos, al menos por el momento, mayores precisiones al respecto.

No se sabe mucho más de ellos, al menos por ahora, ni nos han llegado fotografías. Pero no descartamos, en un futuro, poder ampliar la exigua información brindada.
Nuevamente dice presente Carlos Wallberg, que nos acercó gentilmente la data que nos permitió dar el puntapié inicial de una investigación sobre la que procuraremos avanzar en los próximos meses.

¡Australia!

Carrocerías Saldivia tuvo el privilegio de ser el primer fabricante argentino de buses que exportó un vehículo al continente de Oceanía.

Pero este emprendimiento, poco conocido, no tuvo un final feliz.

Una persona de origen argentino, que tenía una financiera en Australia, se comunicó con la firma,  argumentando tener profundos conocimientos del tema e interesado en el modelo minibús de motor trasero.

Tras las conversaciones preliminares, esta persona contrató ingenieros y llegó al país.
Una vez aquí, tras las primeras investigaciones, tropezó con dos graves inconvenientes: el primero estaba relacionado con las especificaciones técnicas que Australia requería para sus vehículos de transporte de pasajeros, enormemente superiores a las argentinas. Y la segunda, aparentemente insalvable, era que el pequeño chasis de minibús con motor Zanello, el único producido en el país, no se fabricaba más...

La decisión tomada fue de fabricar el chasis y adaptar la carrocería para que cumpliera con los requisitos de seguridad australianos.
Luego de varios meses el proyecto concluyó y el coche fue embarcado hacia su destino.
Llegó al puerto remolcado por una grúa: la planta motriz sería colocada en Australia. En las fotos se lo ve en el puerto de Buenos Aires, a punto de ser cargado en la bodega del barco, todo embadurnado con cera, procedimiento usual en los vehículos que emprenden viajes de ultramar.


(Fotos: Adrián Saldivia).

Fue lo último que se supo de él: la persona impulsora del proyecto desapareció con los planos y el prototipo, cuando tuvo todo aprobado.
Hay una vaga información que indica que habría montado una carrocera en un país, tal vez de los Balcanes. Y que ya estaría en plena producción.
Tal vez podamos averiguar, algún día, si existen en Australia o en algún otro país de la zona hijos ilegítimos de Saldivia, devorando kilómetros sin saber lo oscuro de su origen...

Esta asombrosa (e increíble) historia nos fue contada por uno de sus protagonistas, nuestro amigo Adrián Saldivia, quien puede ratificar lo aquí expuesto.

¡¿China?!




El embarque del prototipo Cametal hacia China quedó inmortalizado en esta foto, de la cual desconocemos su procedencia.
(Foto: Colección Roberto Tomassiello)

Suena asombroso que un vehículo argentino haya recalado en este país, una de las principales potencias industriales del planeta.
Pero así fue: al menos un micro carrozado por Cametal, de acuerdo a su modelo Jumbus, partió el 3 de febrero de 1988 desde el puerto chileno de Valparaíso embarcado en el buque Ammersdoorf, de bandera holandesa, hacia el lejano oriente.

En principio estuvo destinado a una empresa llamada Sud, de dicho país. No nos consta si éste fue el primero de una cantidad no determinada o si la operación se truncó tras la entrega del prototipo.
Este coche fue muy especial, debido a que fue íntegramente construido por Cametal en su planta de Villa Gobernador Gálvez.

La experiencia adquirida en 1980 durante la estrecha relación que mantuvo con la firma Neoplan de Alemania  (nacida debido a la importación de los micros de doble piso que circularon en El Cóndor y en la Río de la Plata, tan publicitados y conocidos) fue muy valiosa a la hora de encarar la construcción de un ómnibus integral, con la fabricación de su plataforma incluida.
Era autoportante (sin chasis) y su longitud era de 12 metros. Contaba con dos ejes, calzados con neumáticos de rodado 11 x 22´´, y la clásica planta motriz Deutz F8L 413 F, dotada de 8 cilindros en “V” con una potencia de 256 HP.
Su dirección era asistida, la caja de velocidades fue provista por ZF y contaba con frenos de aire.
No conocemos qué ha sido de él. Esperamos, con el tiempo, conocer qué suerte ha corrido, tan lejos de su tierra natal.

Nuevamente le decimos ¡gracias! a nuestro buen amigo Roberto Tomassiello, uno de los “convidados de piedra” a la hora de brindar buenos y veraces datos históricos y técnicos.  

Solo nos queda decirle nuevamente gracias, muchas gracias, a todos nuestros amigos que aportaron su granito de arena para hacer posible la realización de esta nota.

Nuestra idea es, algún día, poder realizar Emigrantes Argentinos III, para completar la reseña de la totalidad de los buses argentinos exportados.

Y sabemos que contaremos con la colaboración de un genial, multinacional y heterogéneo equipo investigador, que se pondrá nuevamente en acción al rescate de la historia.

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